

Hice un pequeño desvío en mi itinerario por Georgia para visitar Chiatura. O, mejor dicho, ver de cerca una particularidad de Chiatura: sus decrépitos teleféricos, de origen soviético, todavía en uso.
Un poco de historia…
A principios del siglo XX, las autoridades soviéticas transformaron Chiatura en una próspera ciudad minera, invirtiendo fuertemente en la extracción de manganeso. Resulta que Chiatura tiene una orografía peculiar. Un poco como el Constantino argelino, hay un profundo desfiladero que divide dos zonas de la ciudad. Y esto convirtió la movilidad de las personas en un enorme desafío.


Por ello, para facilitar el transporte de los trabajadores desde Chiatura hasta las minas de manganeso y la fábrica de procesamiento, la empresa minera Georgian Manganese Holding construyó varias líneas de teleférico a lo largo del desfiladero, para unir lo que separaba la orografía.
Hoy en día, sólo dos de las líneas siguen en funcionamiento, pero con cabinas tan antiguas como la revolución bolchevique. Hace poco leí un artículo donde el autor llamaba a las cabañas “los ataúdes voladores de Chiatura”; y la imagen no desentona en absoluto.


Aún así, lo cierto es que no ha habido muchos registros de accidentes en las últimas décadas. Sólo encontré referencia a un grave accidente, ocurrido en 2008, cuando uno de los cables se rompió, mientras el teleférico estaba en movimiento, provocando la muerte de doce pasajeros.
A pesar de ello, mi objetivo era cruzar uno de los teleféricos.
Mi visita a Chiatura
Al llegar a la estación principal de Chiatura, confieso que, con sólo mirar la cabina llena de baches y oxidada allí aparcada, era inevitable esbozar una sonrisa nerviosa.


Y lo que empeoró fue saber que las líneas no cuentan con sistemas de seguridad ni frenos de emergencia. En Chiatura, los teleféricos son auténticas piezas de museo, sólo que en buen estado. Tan emocionantes como peligrosos.
Habiendo considerado los miedos y los riesgos (todos los días los lugareños usan esos teleféricos como medio de transporte), estaba dispuesto a hacer el viaje en teleférico. Después de todo, esa fue la razón por la que decidí visitar Chiatura.


Por suerte o por desgracia, el teleférico de Chiatura estaba cerrado al público y estaba en mantenimiento. Al parecer, esto sucede todos los años durante algunas semanas. Era imposible subir al teleférico.
Todavía intenté preguntar a los trabajadores de mantenimiento cuando llegó una cabina con tres de ellos a bordo, pero sus gestos sólo indicaban lo que ya sabía: el teleférico estaba cerrado al público. Afortunado o desafortunado, no lo puedo decir.
De cualquier manera, no me arrepiento de haber visitado Chiatura. Valió la pena ver esas cabañas que –¡nadie lo adivinaría! -, siguen funcionando diariamente y cumpliendo la función para la que fueron construidos: transportar personas entre ambos lados del desfiladero de Chiatura. Auténticas piezas de museo en funcionamiento. O, como diría el citado autor, “los ataúdes voladores de Chiatura”.


Ver el post sobre qué hacer en Kutaisi.
guía practica
Como llegar
La forma más eficaz de visitar Chiatura desde Kutaisi (y posiblemente combinarlo con un viaje al pilar Katskhi) es, por supuesto, en su propio coche (o en taxi con conductor). Aún así es posible llegar a Chiatura desde marsrutka. Pregunte el horario en la estación principal de autobuses de Kutaisi (temprano en la mañana).
Donde quedar
No me quedé en Chiatura pero, si quieres, hay un par de hoteles pequeños que son recomendables. Entre ellos, el Hotel Newland y el Hotel en Pirosmani Parece ser el más recomendado. Si prefieres pasar la noche junto al pilar Katskhi, el Pensión Butichi es la mejor opción.
Para conocer otros hoteles, busque mediante el enlace abajo.
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Artículo publicado en www.almadeviajante.com